
La Vigilia Pascual. Catequesis Litúrgica
VIGILIA PASCUAL@Dr.Jorge_Navarro La Vigilia Pascual. Catequesis Litúrgica La celebración de la Vigilia Pascual en la noche del Sábado Santo, es la más importante de todas las celebraciones cristianas, porque conmemora la Resurrección de Jesucristo. La Vigilia, que significa pasar “una noche en vela”, cobra un sentido especial en la víspera pascual porque recuerda el pasaje bíblico (Mc 16, 1) en el que un grupo de mujeres llegan al sepulcro para terminar de embalsamar a Jesús, pero no encuentran su cuerpo. Luego, un ángel se aparece y les dice: “¿Buscan a Jesús el Nazareno? No está aquí; ha resucitado. Díganles a sus discípulos y a Pedro que vayan a Galilea y allí lo verán” (Mt 28, 6). En la Vigilia Pascual se celebra la Resurrección que está adornada por el cumplimiento de todas las profecías y la recuperación vital de la vida de Jesús para no morir jamás. La Vigilia Pascual se ordena en cuatro partes: 1. Liturgia del fuego nuevo, o lucernario. 2. Liturgia de la Palabra. 3. Liturgia Bautismal. 4. Liturgia Eucarística. Era costumbre, durante los primeros siglos de la Iglesia, bautizar por la noche del Sábado Santo, a los que querían ser cristianos. Ellos se preparaban durante los cuarenta días de Cuaresma y acompañados por sus padrinos, ese día se presentaban para recibir el Bautismo. También, ese día los que hacían penitencia pública por sus faltas y pecados eran admitidos como miembros de la asamblea. Actualmente, la Vigilia Pascual conserva ese sentido y nos permite renovar nuestras promesas bautismales y acercarnos a Dios con un espíritu renovado. 1. Liturgia de la luz, del fuego nuevo o lucernario: Al iniciar la celebración, el sacerdote apaga todas las luces de la Iglesia, enciende un fuego nuevo y con el que enciende el Cirio Pascual, que representa a Jesús. Sobre el cirio, marca el año y las letras griegas "Alfa" y "Omega", que significan que Jesús es el principio y el fin del tiempo y que este año le pertenece. El sacerdote llevará a cabo la bendición del fuego. Luego de la procesión, en la que se van encendiendo las velas y las luces de la Iglesia, el sacerdote canta el Pregón Pascual. El Pregón Pascual es un poema muy antiguo (escrito alrededor del año 300) que proclama a Jesús como el fuego nuevo. 2. Liturgia de la Palabra: Después de la Celebración del fuego nuevo, se sigue con la lectura de la Palabra de Dios. Se acostumbra leer siete lecturas del Antiguo Testamento y dos del Nuevo Testamento, iniciando con la Creación hasta llegar a la Resurrección. Una las lecturas más importantes del Antiguo Testamento es la del libro del Éxodo, en la que se relata el paso por el Mar Rojo, cómo Dios salvó a los israelitas de las tropas egipcias que los perseguían. Se recuerda que esta noche Dios nos salva por Jesús. 3. Liturgia Bautismal: Suele haber bautizos este día, pero aunque no los haya, se bendice la Pila bautismal o un recipiente y se recita la Letanía de los Santos. Esta letanía nos recuerda la comunión de intercesión que existe entre toda la familia de Dios. Las letanías nos permiten unirnos a la oración de toda la Iglesia en la tierra y la Iglesia triunfante, de los ángeles y santos del Cielo. El agua bendita es el símbolo que nos recuerda nuestro Bautismo. Nos recuerda que con el agua del bautismo somos sus hijos por adopción, somos purificados del pecado original y pasamos a formar parte de la familia de Dios, la Iglesia. A todos los que ya estamos bautizados, esta liturgia nos invita a renovar nuestras promesas y compromisos bautismales: renunciar a Satanás, a sus seducciones y a sus obras. También, de confirmar nuestra entrega y fidelidad a Jesucristo. 4. Liturgia Eucarística: Se ofrecen las especies del Pan y del Vino que se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, se distribuyen a los fieles que están en gracia, nos dan la vida eterna y forman la comunidad cristiana.