Evangelio 30 Septiembre 2024, San Lucas Capitulo 9 Versículos 46 al 50.
Primera lectura Lectura del libro de Job 1, 6-22 Un día los hijos de Dios se presentaron ante el Señor; entre ellos apareció también Satán. El Señor preguntó a Satán: «¿De dónde vienes?». Satán respondió al Señor: «De dar vueltas por la tierra; de andar por ella». El Señor añadió: «¿Te has fijado en mi siervo Job? En la tierra no hay otro como él: es un hombre justo y honrado, que teme a Dios y vive apartado del mal». Satán contestó al Señor: «¿Y crees que Job teme a Dios de balde? ¿No has levantado tú mismo una valla en torno a él, su hogar y todo lo suyo? Has bendecido sus trabajos, y sus rebaños se extienden por el país. Extiende tu mano y daña sus bienes y ¡ya verás cómo te maldice en la cara!». El Señor respondió a Satán: «Haz lo que quieras con sus cosas, pero a él ni lo toques». Satán abandonó la presencia del Señor. Un día que sus hijos e hijas comían y bebían en casa del hermano mayor, llegó un mensajero a casa de Job con esta noticia: «Estaban los bueyes arando y las burras pastando a su lado, cuando cayeron sobre ellos unos sabeos, apuñalaron a los mozos y se llevaron el ganado. Solo yo pude escapar para contártelo». No había acabado este de hablar, cuando llegó otro con esta noticia: «Ha caído un rayo del cielo que ha quemado y consumido a las ovejas y a los pastores. Solo yo pude escapar para contártelo». No había acabado este de hablar, cuando llegó otro con esta noticia: «Una banda de caldeos, divididos en tres grupos, se ha echado sobre los camellos y se los ha llevado, después de apuñalar a los mozos. Solo yo pude escapar para contártelo». No había acabado este de hablar, cuando llegó otro con esta noticia: «Estaban tus hijos y tus hijas comiendo y bebiendo en casa del hermano mayor, cuando un huracán cruzó el desierto y embistió por los cuatro costados la casa, que se derrumbó sobre los jóvenes y los mató. Solo yo pude escapar para contártelo». Entonces Job se levantó, se rasgó el manto, se rapó la cabeza, se echó por tierra y dijo: «Desnudo salí de! vientre de mi madre y desnudo volveré a él. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó; bendito sea el nombre del Señor». A pesar de todo esto, Job no pecó ni protestó contra Dios. Salmo de hoy Salmo 16, 1. 2-3. 6-7 R. Inclina el oído y escucha mis palabras Señor, escucha mi apelación, atiende a mis clamores, presta oído a mi súplica, que en mis labios no hay engaño. R/. Emane de ti la sentencia, miren tus ojos la rectitud. Aunque sondees mi corazón, visitándolo de noche; aunque me pruebes al fuego, no encontrarás malicia en mí. R/. Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío; inclina el oído y escucha mis palabras. Muestra las maravillas de tu misericordia, tú que salvas de los adversarios a quien se refugia a tu derecha. R/. Evangelio del día Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 46-50 En aquel tiempo, se suscitó entre los discípulos una discusión sobre quién sería el más importante. Entonces Jesús, conociendo los pensamientos de sus corazones, tomó de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: «El que acoge a este niño en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado. Pues el más pequeño de vosotros es el más importante». Entonces Juan tomó la palabra y dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no anda con nosotros». Jesús le respondió: «No se lo impidáis: el que no está contra vosotros, está a favor vuestro». Reflexión del Evangelio de hoy "El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó. Bendito sea el nombre del Señor" Durante toda esta semana leemos el libro de Job. Hoy escuchamos el inicio de todas las desventuras de Job y su respuesta ante el dolor y el sufrimiento. En la vida de todos los hombres hay momentos donde el sufrimiento se hace presente. Sólo ese sufrimiento, la prueba, manifiesta de verdad lo que hay en nuestro corazón. ¿Qué hacer? ¿Cómo reaccionar ante él? El texto de este día nos ayudará a través del ejemplo de este hombre. La lectura podemos dividirla en dos partes. La primera es como una introducción. Nos muestra a Job, hombre rico y justo; por ello, según la mentalidad del momento, es un hombre bendecido por Dios. En esta primera parte se nos cuenta el origen de todo lo que viene después. Dios permite la prueba desde la confianza en que Job será un hombre fiel, pese a todas las calamidades que le van a afligir. La segunda parte nos narra toda una serie de desgracias que van, desde la pérdida de todos sus bienes, hasta la muerte de sus hijos y sus siervos. La situación para Job es, ciertamente, extrema. La naturaleza se ha aliado con la maldad de los hombres y Job pierde todo lo que poseía.